Raúl Aranda reapareció ayer domingo 14 de diciembre en el coso de la Misericordia , su plaza , por una buena causa , un festival benéfico
El titulo de este post , hace referencia a uno de los capitulos del libro, Raúl Aranda , Una vida en el toro de Alberto Maestro.Editado en 1992
En estos dias , he aprovechado para leerlo otra vez
A continuación el cartel de su alternativa , su confirmación y salida a hombros en las Ventas , su grave cornada en Vista Alegre en 1974 y lo que dijo de su idolo, Antoñete
A continuación el cartel de su alternativa , su confirmación y salida a hombros en las Ventas , su grave cornada en Vista Alegre en 1974 y lo que dijo de su idolo, Antoñete
LA GRAVE CORNADA .
A Raúl no le sonríe la suerte en el coso bilbaíno de Vista Alegre , y sufre una de las cogidas mas graves de su carrera y sin duda alguna de la que peor recuerdo guarda por las consecuencias que pudo tener .El día 24 de agosto un toro del Conde de la Corte –ganadería muy ligada en momentos clave a la vida taurina de Raúl Aranda – le enganchó por la axila al intentar el diestro una larga cambiada y le llevo asi hasta los medios donde le volteó nuevamente.
-A los tres dias de sufrir el percance , se complicó la herida y le faltó poco para que me amputaran el brazo debido a una gangrena que empezaba a declararse .Ante esa posibilidad , no lo pensé y me escapé prácticamente de la clínica con mi mozo de espadas , en una ambulancia llegamos a Zaragoza y me fui directamente a ponerme en manos del doctor Val-Carreres a cuya intervención debo haber salvado el brazo.No quiero acordarme de aquello, me quitaban carne todos los días , un hedor insoportable .Según se averiguo fue debido a un virus provocado por una alga marina localizada a gran profundidad , resulta que la arena negruzca del ruedo de Bilbao procede del mar y de ahí la complicación que a punto estuvo de costarme el brazo.
de ANTOÑETE
Desde que yo recuerde , Antoñete fue para mi un idolo .Una de las primeras metas que me fijé al llegar a Madrid fue conocer a Antonio y sucedió en frontón donde nos reuníamos .Me confesó que también tenia deseos de conocerme porque le había hablado de mi Jose Maria Manzanares.
Congeniamos y nos hicimos poco menos que inseparables .Una de las razones por las que aquella amistad echara raíces , fue de que ambos la practicamos desinteresadamente , buscando explicaciones a tantas dudas como teníamos respecto al futuro.
Solo puedo decir que el día de la despedida buena de Antoñete ha sido la unica vez que aplaudido a un torero , tambien lloré esa tarde en las Ventas; le habia acompañado mientras se vestia y sabia lo que para Antonio significaba decir adiós en esa plaza.
Alberto Maestro, autor del libro comenta de Antoñete lo siguiente:
- Me permito intercalar aquí un hecho del que fui testigo directo en el año 1960 , residia entonces en Caracas y mi afición era natural cauce de relación con la gente de la Fiesta ;conversaba un día con Cesar Girón que , en un rapido recordatorio de sus difíciles comienzos en España , hizo referencia a dos toreros españoles que le ayudaron en diferente medida pero con igual grado de amistad, Victoriano Valencia y Antoñete.- Recuerdo que al malogrado y gran torero venezolano se le iluminaban los ojos al mencionar a Antoñete “Me llamaba cariñosamente indio y siempre me prometía un repaso que en ocasiones se producía al revés”- No deja de ser curioso que años más tarde fuera precisamente en Venezuela donde se produjera el milagro y la resurrección de Antoñete y que uno de los inductores , como empresario, fuese Curro Girón , hermano de Cesar, ya fallecido, quien convenciera al diestro madrileño para reaparecer .