Se desató una enorme tormenta y la fiesta que incluía capea de becerras se tuvo que suspender .
Para que los invitados no tuvieran dificultad de llegar a la finca se habían señalizado perfectamente todos los accesos.
Yo fui de los primeros en retirarme . Lo hice con un amigo y al salir de la finca no se me ocurrió otra cosa que cambiar las señales.
El resultado fue que unos veinte o treinta coches se quedaron metidos en las zanjas.
Al día siguiente fui a ver a Luis Miguel .En cuanto me vio me espetó. A ver si averiguas quién ha sido el cabrón que anoche cambio las señales en La Companza , que nos obligó a pasar toda la noche sacando coches de las zanjas y los barrizales. No me extrañaría nada que hubieras sido tú.
Qué cosas tienes Luis Miguel .Cómo se me iba a ocurrir a mí hacer eso.
Si le digo la verdad , me mata
Broma narrada en su libro : Cano, esta es mi vida
Fotografía del blog De toros y más.