Ceret y Madrid , ambos colorados , el uno corneo gravemente a Esplá y el otro le dio la gloria en su despedida de la plaza de toros de las Ventas.
Al año siguiente de su grave percance de la plaza de Ceret , se despidió de ella, muy querido y admirado en dicha plaza.
Beato en los corrales de Las Ventas , la despedida soñada de la plaza más importante del mundo. Broche colosal a toda una trayectoria y vida torera.