Así terminaba la crónica Joaquín Vidal de dicho festejo:
"Toros de trapío... Los toros cuajados y serios daban importancia a la fiesta y sólo hizo falta que salieran a plantearles pelea unos diestros con lo que hay que tener, para ponerla en la cumbre. ¡La fiesta en la cumbre, El Tato en la gloria! Uno exclamó: ¡Viva el toreo! Y hubo consenso general en la Maestranza enardecida"